Las comillas son un signo auxiliar de
puntuación. Entre otras funciones que quizá se alejen un poco de sus usos
comunes, sirven para encerrar citas textuales, resaltar partes del texto o
puntualizar palabras imprecisas o provenientes de alguna jerga.
A continuación enumeraremos y
explicaremos los tipos de comillas más utilizados en nuestra lengua y su uso
correcto. Si tienes dudas de cómo y cuándo utilizarlas, esperamos que este artículo
te sirva de ayuda.
Comillas
latinas, bajas, españolas o francesas (« »)
Son un signo doble y como tal, siempre
deben abrirse y cerrarse, colocándolas al inicio y al final de la palabra o
frase que se quiera resaltar. Este tipo de comillas tienen, fundamentalmente,
dos usos comunes, aunque literariamente hablando y bajo el criterio de cada
escritor, se les otorgan muchas más funciones.
1. Para encerrar citas textuales de un autor.
«El
ignorante afirma; el sabio duda y reflexiona»
Aristóteles.
2. Pensamientos del narrador o los protagonistas de
una historia.
«Bésame», pensé, y cerré los ojos esperando
que se cumpliese mi deseo.
En literatura española, también son
utilizadas para sustituir a las comillas inglesas, de las que hablaremos a
continuación, pero en este caso no se trata de una norma sino una adaptación
contemplada por la Real Academia.
Comillas
angulares (˂ ˃)
Este tipo de comillas es un derivado
de las latinas. En español no tienen uso concreto aunque la RAE, en una de sus
últimas actualizaciones, las contempla como sinónimo de comillas latinas. Hasta
la fecha, se han usado como sustitución de los signos matemáticos (mayor y
menor), ya que estos son muy difíciles de encontrar en el apartado de Caracteres especiales de nuestras hojas
de texto.
Comillas
inglesas (“ ”)
Las comillas inglesas, también
denominadas altas, son redondeadas y pueden tener los signos de apertura y
cierre geométricos o invertidos. Algunos autores consideran que utilizar las
comillas altas es un anglicismo tipográfico. La teoría dice que las comillas
altas solo pueden usarse cuando van dentro de un texto ya contenido en comillas
latinas.
Ejemplo: «Antonio
me dijo: “Hace más calor que en el cumpleaños del Sol”».
Comillas simples o sencillas (ʽ ʼ)
Estas comillas pueden aparecer en combinación con otras comillas o
signos independientes. Se suelen emplear cuando deben encerrar un fragmento de
texto que ya está contenido entre otros tipos de comillas. Es muy común ver que
este tipo de comillas son sustituidas por cursivas o itálicas.
Ejemplo: «Patricia
dijo: “Qué ʽmorroʼ tienes, ¿no?”».
*Estas comillas se empelan de forma independiente cuando cumplen funciones
metalingüísticas. El metalenguaje es,
valga la redundancia, el lenguaje que se emplea para hablar del propio
lenguaje. En este campo, las comillas simples o sencillas se emplean para
recoger la definición de un concepto.
Ejemplo: Ateo, ʽaquel que niega la existencia de Diosʼ.
En
este caso, la palabra ateo va en cursiva porque estamos usándola para señalar
lo que se define, pero no nos volvamos locos ahora, el uso de cursivas y
negritas lo explicaremos en otro capítulo.
Comillas mecanográficas (ʺ ʺ ) (ʹ ʹ)
Pueden
ser sencillas y dobles. Son una variante de las inglesas y proceden de la
mecanografía. A pesar de no ser las más adecuadas, hoy en día casi todos los
medios digitales las usan. La razón es muy simple; es más fácil acceder a ellas
que a las tipográficas.
Aunque
la norma dicta que son incorrectas, muchos usuarios piden que se adapte el uso
de las comillas mecanográficas, ya que son las que salen por defecto en todos
los teclados.
Por
otro lado está la comilla mecanográfica sencilla, es decir, el signo simple,
que suele ser confundido con el apóstrofo o la prima.
Combinación con otros signos (ejemplos extraídos del DRAE).
a) Los
signos de puntuación correspondientes al período en el que va inserto el texto
entre comillas se colocan siempre después de las comillas de cierre:
Sus palabras fueron: «No
lo haré»; pero al final nos ayudó.
¿De verdad ha dicho «hasta
nunca»?
b) El texto que va dentro de las comillas tiene una
puntuación independiente y lleva sus propios signos ortográficos. Por eso, si
el enunciado entre comillas es interrogativo o exclamativo, los signos de
interrogación y exclamación se escriben dentro de las comillas:
Le preguntó al
conserje: «¿Dónde están los baños, por favor?».
«¡Qué ganas tengo de
que lleguen las vacaciones!», exclamó.
De esta regla debe excluirse el punto, que se escribirá detrás de las comillas de cierre
cuando el texto entrecomillado ocupe la parte final de un enunciado o de un
texto (→ c).
c) Cuando lo que va entrecomillado constituye el final de
un enunciado o de un texto, debe colocarse punto detrás de las comillas de
cierre, incluso si delante de las comillas va un signo de cierre de
interrogación o de exclamación, o puntos suspensivos:
«No está el horno para
bollos». Con estas palabras zanjó la discusión y se marchó.
«¿Dónde te crees que
vas?». Esa pregunta lo detuvo en seco.
«Si pudiera decirle lo
que pienso realmente...». A Pedro no le resultaba fácil hablar con sinceridad.
En el caso de que deba
colocarse una llamada de nota que afecte a todo el texto entrecomillado, esta
debe colocarse entre las comillas de cierre y el punto:
Rafael Lapesa señalaba
que «es muy discutido el posible influjo de las lenguas indígenas en la
pronunciación del español de América»1.
1 Historia
de la lengua española, p. 545.
Si la nota solo hace
referencia a la última palabra del texto entrecomillado, la llamada debe
colocarse delante de las comillas de cierre:
Rodolfo Lenz llegó a
afirmar que el habla vulgar de Chile era «principalmente español con sonidos
araucanos1».
1 El araucano o mapuche es la lengua que hablaban los
naturales de la antigua región de Arauco, en la zona central de Chile.
En
resumen, y tras conocer un poco mejor el uso de los diferentes tipos de
comillas y ver diversos ejemplos, seguiremos la norma tradicional al fomentar el uso de las comillas latinas en
primer lugar. Esto no quiere decir que estemos en contra del uso autónomo de
las comillas inglesas, un fenómeno cada vez más popular debido al contagio con
dicha lengua, y cuyo signo es mucho más accesible en nuestros teclados, sino
que las comillas latinas forman parte de nuestra propia ortotipografía y como
tal debemos utilizarlas.